Regalo para mi primo Juan en su 30 cumpleaños
Querido Juan:
¡Felicidades por tu 30 cumpleaños! No te hago bromitas que seguro que ya te han colocado unas cuantas (viejuno, etc.).
Quiero hacerte un regalo, que te sirva, y que te guste. No tengo idea ahora mismo de qué te puede hacer falta (ropa, música, videojuegos…) así que he pensado algo que, si lo usas bien, te servirá después para comprarte lo que mejor te venga. Sí, este regalo sirve para conseguir dinero: pasta, billetes, talegos, leuros, como lo quieras llamar.
Ahí va:
Mi regalo es un sermón que vas a flipar 😉
Te voy a regalar un trabajo. Sí, eso que anda buscando media España, y parece tan difícil de encontrar. Tú eres un tío “preparao”: arquitecto, con idiomas, “viajado”… Sin embargo, este regalo te serviría exactamente igual sin la carrera de Arquitectura (que con tanto esfuerzo conseguiste), sin saber inglés, o sin haber visto mundo. No es algo sólo para JASP. ¿Te acuerdas del eslogan? Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados.
Olvídate de las ofertas de empleo. No mandes curriculums. Deja de buscar un puesto de trabajo. Hay pocos, y la gran mayoría no se publican. No pierdas tu tiempo, que vale mucho.
En cambio, haz lo siguiente:
– Busca a una persona que tenga un problema. O a más.
– Piensa en tus capacidades, conocimientos, habilidades…
– Suma 2 y 2: ¿qué problema concreto de alguien puedes solucionar con lo que tú sabes hacer? ¿Qué marrón le puedes quitar de encima a alguien cobrando por ello y, encima, ganándote su agradecimiento?
Por ahí puedes empezar: soluciona un problema a una persona, y luego busca la forma de repetirlo con otros, ampliar o incluso reducir el campo de acción: no hace falta montar un Mercadona (que soluciona el problema de abastecimiento de alimentos y otros productos a miles de personas), a lo mejor tú puedes solucionar el problema de un grupo muy pequeño de personas, en los que nadie ha pensado antes (o no han sabido satisfacer sus necesidades). Y, por supuesto, cobra por ello.
Y ya está. Este es el regalo. Si no te gusta, lo puedes cambiar por este otro, si te parece bien. Pero creo que poniendo en práctica el sermoncete te vas a poder comprar bastante más que eso… Mejor: ¡te quedas con los dos!
Un fuerte abrazo de tu primo, que te quiere un montón:
Eloy.